Blogia
luismerchan

Dueles II

Dueles II

A: Fanny     B: Laura

B: Te quiero

A: Dueles tanto como el deseo, dueles cuando dices que me quieres. Suéltame

B: Te quiero. Tú me dueles más, me dueles el alma, me has despojado de ella. Te abalanzaste sobre mi alma, nos abalanzamos la una sobre la otra, tan sólo el placer, no había lugar para los sentimientos. Cuerpos que se entregan a cambio de nada, cuerpos que todo lo escapan no quede piedra sobre piedra, hueso sobre hueso. Un pacto de por medio, un pacto que has cumplido, escrupulosamente. No puedo negarlo.

A: Palabras, Cogí lo que me diste, lo que quisiste darme, nada te he robado, nada te he jurado. Nada pedí, nada exigí, nada te prometí y ahora me quieres, quieres mi alma y mi cuerpo. Solamente mi cuerpo te puedo dar. Lo deseas todo, lícito es que lo hagas. Nada ilícito hay en que yo no te de más que lo pactado. Mi alma llora por mí, por ti, por todos y cada uno de los besos en los que has sentido algo más que placer. Tu deseo…

B: Nada deseo de ti, puedo borrarte en un instante, me basta con desearlo. Un segundo y te conviertes en nada, en ceniza.

A: Soy nada, ¿ceniza?

B: Te escondes tras las palabras. Sé que me quieres, lo sé Todas tus mentiras te descubren.

A: Aun así no puedes quitarme de dentro, aun así estoy clavada en tu corazón.

B: Si, eres un clavo, una espina, un dolor. Eres…

A: ¿Qué? No te he pedido más de lo que estoy dispuesto a darte

B: Me dueles el alma, me has despojado de ella. No mereciste mis besos, mi sexo, mis palabras, mis besos... Tu sexo, mi olor, tu olor, mis palabras, tus palabras, mis caricias, tus manos, tus ojos, tus labios.

A: Suéltame

B: Si te suelto, me besaras, y si me besas, no podré rechazarte. No sabré rechazarte. Querré más y me darás más, me darás más pero no amor. Porque no te cuesta dar, porque das y no te importa. Porque das despojándote de todo compromiso. Das sin dar. Sólo el momento de dar es importante. Tan sólo en ese momento al irte lo que das se queda en nada, al irte solamente queda vacio. Tú simplemente te vas, ¿y yo?

A: ¿Tú? Tú te lo quedas todo, todos mis deseos, cuando estoy contigo, te pertenecen. Tú te quedas, yo me voy. Yo siempre me voy, tú te quedas. Te quedas con mi olor en tu cama, con el sabor en tu boca. Yo me voy, y tienes la certeza de que volveré. ¿Qué más quieres?

B: ¡Qué te calles! Ahógate en el silencio.

A: Silencio desde el hogar del pecado, pues pecado es cuando así lo consideras. Tan pronto te vas… tú siempre te quedas.

B: Al irte no queda nada. No perteneces a ningún lugar que pueda recordar. Al irte todo se torna gris penumbra, soledad. Te has llevado mis recuerdos, mis besos, mis caricias. No quiero que otro te bese, te acaricie, te folle, ¿no lo puedes entender?

A: Bésame, un último beso y me iré, 

B: Si me besas las cadenas volverán, dejaré, por un instante, de ser. Volveré a creer en esos besos de eternidad prometida, si ya sé que tenemos un contrato, ya sé lo que hay. Pues no es suficiente, te quiero sola para mí. Mi sexo espera tu sexo, el deseo de mi alma es mayor al de mi sexo, no quiero tus besos, te quiero a ti, sí, quiero tus besos, no puedo vivir sin ellos, pero no tengo vida en cuanto sales por esa puerta no soy nada, un cachorro acurrucado en un rincón, que espera que vuelva su amo, en eso me he convertido y quiero más, y quiero más, porque sé que tú también quieres más. No me besaras.

A: Si te beso, romperé el hechizo.

B: Te volverás a ir, sin compromisos. Tus besos no te comprometen. Quédate conmigo, quieres quedarte conmigo.

A: Si me sueltas me iré. Pondremos fin… habremos terminado, cuando aun nos quedaba tanto por descubrir

B: Si te suelto me besaras.

A: No.

B: Si te suelto te quedas.

A: No hay cadenas, o cuerdas en esta historia.  Cuando estoy contigo, he estoy exclusivamente contigo. ¿Y tú? ¿Con quién esas tú? ¿Con tus celos? ¿Con mi partida? Yo no doy más de lo que doy. Pero todo lo que te doy es único, cuando estás conmigo, solamente piensas que me voy a marchar. Ese es tú problema, no el mio

B: Tú no das nada, te lo llevas todo. Hoy te haría el amor todo el día. Luego te dejaría dormir. Tu silencio me abrasa como me han abrasado tus palabras.

A: ¿De qué tienes miedo?

B: De ti.

A: Déjame ir, muerto el perro, se acabo la rabia

B: En la oscuridad te busco y no te encuentro

A: En la luz tu sexo se humedece, nunca es suficiente, ese es el problema. No te prometí nada, solo un cuerpo del que disfrutar. Dos cuerpos sumergidos en el placer, nada más

B: ¡Cállate!

A: Me callo.

B: Te callas porque yo quiero que te calles. Te callas porque yo quiero que te calles. Te callas por qué no tienes nada que decir. Nunca has dicho nada y ya lo has dicho todo. Las palabras que me das: vacío. Eres una caja en la que ya no queda nada más. Porque no entiendes de compromisos, porque para ti es un juego, sexo, sexo, sexo. Te quiero, joder, no lo puedes entender, ¡TE QUIERO!

A: Yo quiero tus labios, tus pechos, tu coño… es algo físico, ¡FÍSICO! O es que no lo puedes entender

B: Yo no te quiero, no te amo. Yo no te he querido, no te he amado. Tú no me has querido, tú no me has amado. ¿Qué nos queda?

A: El sudor, los jadeos, los orgasmos. El saber que volverá a suceder

B: Y que te volverás a marchar

A: Y volveré a volver

B: Y te volverás a marchar

A: Círculos

B: Ahora lo sé

A: ¿Qué sabes?

B: Que somos dos cuerpos que se buscan y se encuentran

A: Si, dos cuerpos. ¿Me besas?

B: Si. (La besa y le clava la navaja) Ahora te quedarás para siempre conmigo. Nuestro amor no encontrará obstáculos. Solas las dos. Te quiero, lo siento, te quiero, lo siento, te quiero… 

Fin.

 

0 comentarios