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luismerchan

La mujer bala

Buenas tardes, me presentaré, soy: Madame Balle Femme, o dicho de otra manera “La mujer Bala”.

Esto de ser mujer bala, no sé si se me entiende, me explico: Trabajo en un circo y a mí me meten dentro de un cañón y salgo disparada contra una red. ¿Ha quedado claro?

Yo creo que estaba predestinada para esto de ser mujer bala, me explico: A la hora de llegar al mundo, mi madre no sabía que estaba embarazada y el parto fue rápido y de lo más original, me explico: Mi madre jugaba al fútbol y como ya he dicho, no sabía que estaba embarazada, en estas que cuando iba a chutar a puerta, sintió una ligera contracción, yo, por aquello de la fuerza de la gravedad fui atraída hacía su bota, vamos que mi madre me parió en mitad del partido, justo cuando iba a tirar un penalti, chutó y en lugar de darle a la pelota, me dio a mí que acabé incrustada en la red, afortunadamente no me pasó nada y mi madre metió gol.

Si esto no es predestinación que venga Dios y lo diga

Con catorce años, un día mi padre que era peón de albañil, se empeño en llevarme a la obra donde trabajaba, yo, como que no quería, pero mi padre, es mu pesao, pero que mu pesao y al final fui con él. Se empeñó en que me asomase, desde el décimo piso que las vistas eran maravillosas, me explico: me asomé para ver las vistas, con tan mala suerte, que una paloma que pasaba se cagó sobre mí, me sobresalté, di un salto en dirección equivocada, me explico: Me precipité al vacío, una caída libre de diez pisos de altura, la red de seguridad me acogió y aparte de un par de uñas rotas, nada de nada. Segunda señal de cual iba a ser mi destino

La tercera señal no tiene tanto que ver con las redes, como con la velocidad. Me casé, había guardado mi virginidad para la noche de bodas, tras la celebración, nos subimos a la habitación, me desnudé, se desnudó, no metimos en la cama y antes del primer beso, ya, me explico: Que eyaculó como a medio metro de mi vagina, no sé si me explico con claridad, pero no pienso entrar en detalles. Vamos que mi esposo es más rápido que una gacela perseguida por un guepardo. Así las cosas, entre redes y velocidades encontré mi verdadera vocación, estaba escrito en el destino: Mujer Bala, y poco más puedo contar.

Entre mis aficiones, el ganchillo, el cabaret y seguir con la esperanza de que mi marido algún día consiga llegar a la meta, me explicaré… mejor no, esa es otra historia y…

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