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luismerchan

p.m.

ceniza sobre ceniza, ¿dónde va el amor? ¿Quién recorre sus pasos, descalzos, por la arena? ¿Media noche o media tarde? Hay monstruos escondidos, que acechan, que remueven el fuego y fustigan las llamas. Dame de beber hielo, algo que enfrie los pies llenos de llagas, supurando algo parecido a la leche materna. Doy el miedo necesario para no asustar, y me escondo y emergo y me enojo y sé que posiblemente esta es la mejor de las vidas, pero fugazmente dudo, pierdo la mirada y algo de lo que se deja ver asusta. Tras el cristal las sirenas ululan.

Me vienen a la cabeza los niños del guetto, sus cuerpos desnutridos, el miedo en la sangre y el deseo de escapar, de despertar de esa pesadilla. No hay retorno, los retornados del guetto, nunca podrán olvidar.

En el aire el olor a carne quemada, a sudor, orina, incienso o muerte

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