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luismerchan

flores de silencio

Este es el mundo que nos toca vivir, esta es la vida que nos cuesta soñar, en la foto: espectadores que contemplan una sandalias que milagrosamente desafían las leyes de la gravedad, es curioso los significados diversos de una misma palabra, en este caso: gravedad. Me explico, lo que no se ve en la foto, se intuye, claramente se intuyen esas sandalias levitantes, se sustentan en unos pies que al mismo tiempo se sustentan de un cuerpo (varios, 5) que al mismo tiempo levitan solamente cogidos por una cuerda ( esto se intuye, la fotografía no lo muestra) que se enrolla en sus cuellos, lo llaman ahorcamientos en nombre de una ley islámica que no voy a discutir, no tengo suficientes argumentos para hacerlo, los que penden de la cuerda tampoco lo hacen, cuestionar la citada ley.

Así las cosas, qué puede suceder que nos aparte ligeramente, o algo similar, de este discurrir de barbarie que nos abraza e impide respirar.

Leo que una niña de catorce años ha muerto, por que esa misma ley la castiga a cien latigazos, no precisamente con un latigo, en este caso con una caña de bambú, su pecado para recibir en su cuerpo estos cien cañazos, es probablemente, no saber defenderse con dignidad de la presumiblemente violación de su cuerpo y su alma de un primo suyo veintiséis años mayor que ella, ella no era fuerte, eso parece, no pudo soportar los cien cañazos, a los ochenta se desmoronó y días después, como diríamos los de estos lares: dejó de sufrir. Como es habitual en esto de la saria, él consiguió escapar.

No quisiera dejar la impresión de que juzgo o tomo partido.

Pero creo que si realmente hubiese un ser superior, ójala nunca lo tenga frente a mí. No creo que pudiese mirarle a la cara.

Mejor me callo. Buen fin de semana

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