Blogia
luismerchan

v

V de vacaciones, de montaña y frío, de padre las 24 horas del día. V de vaticinio, de paciencia y reencuentro, de saber estar y saber disfrutar de los momentos. V de vivir, de sentir, de encontrar cosas que me voy perdiendo día a día y que de golpe recupero. Suena de fondo una música de esas que te saturan el cerebro y te impiden pensar, la joven, ciertamente lo es, que gestiona este lugar, desde el que escribo esta palabras, nos "castiga con esta suerte de música para discoteca de pastilleros y cosas parecidas. Esta reflexión me conduce a Amy Winehouse, algo así como la crónica de una muerte anunciada y no por ello sorprendente. Como sorprendente es el ser humano, el ser humano, ese ser extraño que tras su muerte se ha lanzado a comprar sus discos, como en una especie de fiebre colectiva. La discografica seguro que se frota las manos, es una desgracia, su muerte, pero la pasta es la pasta.

Me asusta lo de Noruega, me asusta porque aveces se le imponen a uno, sombras de pensamientos anti muchas cosas, me asusta que Europeicemos la hegemonia religiosa, buscar un enemigo, un enemigo común. Me da miedo esa actitud beligerante que paulatinamente se va imponiendo, parece una broma, pero los muertos nos recuerdan que no lo es. Ciertamente los extremismos se tocan, pero no podemos caer en la tabla rasa y justos por pecadores. Leí el otro día una frase de esas que se te quedan, que calan dentro: Hay que castigar el pecado y perdonar al pecador, si no es exactamente así muy parecido.

El problema es cuando los gitanos, los Rumanos, los musulmanes, los... son el centro de nuestras culpas, es cierto que en estos tiempos de crisis siempre hay que buscar culpables, pero estos salvadores de almas, no suelen colarse en una convención de banqueros o especuladores y matarlos a todos, es curioso, ¿verdad?

Para estar de vacaciones me pongo un poco serio, pero es necesario intentar decir cosas, no quiero convencer a nadie, simplemente exponer cosas que se me ocurren y que puede que tengan algún interes.

Ahora me voy al pabellon a que Paula, mi hija, patine un rato con su prima, Ana, y yo pueda leer un rato, siendo interrumpido de rato en rato por Paula demandando agua, o cualquier cosa que se le ocurra.

No nos dejemos engañar, hagamos muros en nuestra razón, muros permeables, pero con un potente filtro, que impida que sin darnos cuenta no hagan creer, que hay malos y que los malos lo son por su raza o por su religión.

Seguiremos informando.

Ahora un cuento:

Llovía, la carretera se difuminaba por momentos, la lluvía y las lágrimas dificultaban la conducción. Todo se había ido a la mierda y no tenía motivos para seguir viviendo, el precipicio quedaba a la derecha, dió un volantazo, didicilmente hubiese visto al coche que venía, dificilmente el coche que venía en sentido contrario hubiese imaginado el volantazo, un segundo después, desparramados por la carretera, todos muertos, segundos antes los niños y mamá cantaban, se entretenián. Ahora...

0 comentarios