dehoyenadelante
Tras la llama: Un fuego
El rescoldo, no es ceniza
Verano sin lluvia
De sudores pegajosos,
Noches de idas y vueltas
Almohadas, sábanas empapadas
El camino muestra claros y sombras
Contraluces de este infierno
Los viveros aclimatan la vida
Hacia la cumbre, protegidos
De la avalancha invernal.
Historia tantas veces releída:
Como a una deidad te convoco.
No se postran los mortales
Del árbol caído, las raíces
El coloso que se unió al mar.
Sobrevive el vaquero y su ceñido
pantalón
Negro el cabello
Perlado de grises
Lo nuevo y lo de siempre
Lo antiguo y lo moderno
Repetirse es esa parte del ser humano
Que no ha de evitarse
Ha de ser entregado a un nuevo sacrificio
Cuando la madre ahuyente la huida
Cuando el desierto se trague su sed
Cuando los hombres avancen hacia su nada
Es entonces cuando los tiempos
Las horas, los silencios
No tendrán cabida en las almas de los mortales
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