arrepentimientos
No amanece por nada, tal vez por costumbre. He arrojado la última colilla por el retrete y me he arrepentido un segudo después, o lo he fingido, es una treta muy humana esa de fingir arrepentimiento, aún cuando nadie nos ve o nos escucha. Hay cierto patetismo en esto de los arrepentimientos, lo hago y no intetnto excusarme por hacerlo, soy tan lamanteble como el resto, quizas más, puesto que soy consciente de ello. Fumar mata! la colilla que arrojo también, nacemos y morimos, por lo menos nos queda follar y un cigarrillo después de follar, de comer o de cagar... se hace extensible a una cena agradable con amigos y ambiente relajado. A la mañana siguiente nace el consabido arrepentimiento: Fumé demasiado, bebí en exceso... ¡Joder! tómate una Aspirina y déjate respirar.
Es una mañana tan bonita, tan bonita, tan bonita... que sólo una idea me sirve, o me aprisiona, o lo que sea, la idea: Hay que ir a currar...
dicho esto no digo nada más.
1 comentario
Pilar -