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luismerchan

arrepentimientos

No amanece por nada, tal vez por costumbre. He arrojado la última colilla por el retrete y me he arrepentido un segudo después, o lo he fingido, es una treta muy humana esa de fingir arrepentimiento, aún cuando nadie nos ve o nos escucha. Hay cierto patetismo en esto de los arrepentimientos, lo hago y no intetnto excusarme por hacerlo, soy tan lamanteble como el resto, quizas más, puesto que soy consciente de ello. Fumar mata! la colilla que arrojo también, nacemos y morimos, por lo menos nos queda follar y un cigarrillo después de follar, de comer o de cagar... se hace extensible a una cena agradable con amigos y ambiente relajado. A la mañana siguiente nace el consabido arrepentimiento: Fumé demasiado, bebí en exceso... ¡Joder! tómate una Aspirina y déjate respirar.

Es una mañana tan bonita, tan bonita, tan bonita... que sólo una idea me sirve, o me aprisiona, o lo que sea, la idea: Hay que ir a currar...

dicho esto no digo nada más.

1 comentario

Pilar -

Ay,Merchán!!Esos sentimientos que callas¿dónde van?Dicen que van al mar,pero yo creo que su destino es el alma de cada uno,y en muchos casos a un papel en blanco para poderlos plasmar...Aunque no dijiste mucho, sé que te gustó nuestro regalo del grupo de teatro. O eso espero! Un abrazo gordo!