empezar
Es desde luego un tiempo de zozobra y pesadez, me gustaría, a quién no, parar el mundo y bajarme un par de días, este vértigo me tiene atrapado y no me deja respirar, sacar la cabeza y dejar de sentirme avestruz. Paula se ha convertido en una sirena, miro embobado y ese momento es el momento en el que todo se detiene y no quedan pensamientos, deseos ni nada, sólo mi niña y Luisa. Siempre con prisas, ir puede, llegar no creo, nunca se llega a nada. Pequeñas satisfacciones, o derrotas, no necesariamente con alternancia. Un poco de todo, un mucho de nada. Afortunadamente no me siento pesimista, sino menudo lastre la vida. Estar cansado es uno de los peores estados que se enquistan en nosotros. Física y mentalmente. Pequeña es la salida, y sin embargo me llama la metáfora, el esconder lo que digo. Siempre ha sido así, no se puede cambiar, al menos lo digo, lo escribo y alejo los fantasmas que a veces me persiguen.
1 comentario
Dieguez -
Tener un blog puede servir de medicina dulce para lo cotidiano; no es como bajarse del mundo un par de días, pero se parece. Estaremos atentos.
(Por cierto, que te van a partir la cara en cuanto vean la imagen -sobre todo la de en medio, que siempre está encantada de que le saquen fotos-).