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luismerchan

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Al volver a casa, todas las noches, lo primero mirar la ventana del farmacéutico, si la luz estaba encendida: nada. Si estaba apagada podía imaginarse a la mujer del farmacéutico a cuatro patas y al farmacéutico penetrándola con violencia. Era de esas imágenes que no te puedes quitar de la cabeza, desde el 16 de julio, cuando por azar los vió en esa postura, no podía dejar de pensar en ello. Afortunadamente casi siempre la luz estaba encendida, cuando estaba apagada se apresuraba en llegar a casa, subir a su mujer al dormitorio, ponerla a cuatro patas y penetrarla con cierta violencia, su mujer era ella y el farmacéutico era él. Ella, su mujer, no podía imaginar el porqué de aquellas calenturas, pero desde el 16 de julio, de vez en cuando su marido venía, la cogía de la mano y la subía a la habitación. Cuando ya creía perdida toda pasión, cuando el amor parecía destinado a marchitarse, había resurgido con tanta pasión y por qué no pensarlo con tanto placer, que ella...

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pc -

Desde mi ventana sólo se ve un cielo azul que en determinados momentos se torna gris, en el cual siempre brilla un gran sol sólo para nosotros. Abre tu ventana ¿y tú qué ves? besos