coste

Zas, se cae, como puede se levanta, se vuelve a caer y vuelve a levantarse, por último, en la última caída se golpea contra el suelo, yace inconsciente en medio de aquel helado lugar, que con algo de mala suerte le servirá para pasar su última noche. Son cosas que pasan, inesperadas, a veces, pero suceden. En este caso, afortunadamente para ella, uno de aquellos seres que habitan la tierra, pero no se hacen notar, decide que aquella no va a ser su última noche. La levanta suavemente, la saca de allí y la deposita junto a una hoguera, milagrosamente encendida en aquel inhóspito lugar. A la mañana, cuando despierte, con un gran chichón en la frente, no será capaz de recordar nada de lo sucedido. No sabrá que un alma errante, uno de esos habitante desconocidos de la tierra, le salvó la vida.

Nada es gratis, eso se sabe. Se tiene la certeza de ello. Nueve meses después del incidente tuvo un hijo. un hijo con cuerpo de hombre y cabeza de carnero.

Todo tiene un precio. Vivir también.