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Hay que alejarse de los manipuladores, los de derechas y de los de izquierdas. Esa gente de verbo fácil y mentes podridas. Esos que saben como iniciar una charla y llevarte al huerto de sus desesperanzas, de sus mierdas reprimidas. Hay que estar alerta, prevenirse de los que te convencen para su mejora. Son tiempos de asamblea, tiempos de debate, no nos dejemos liar por estos seres, que pululan a nuestro al rededor, redentores de pacotilla, que te subyugan con el vacio de sus palabras.

No hay que aceptar el vómito como dogma de fé. Hay que resistir, resistirse en todos los sentidos, reistirse a ser la voz, pero que tampoco nos la impongan.