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luismerchan

Alameda II

  En tus postreras lágrimas, madre, no encuentro consuelo. Los últimos besos, no son tus besos, ni las caricias las tuyas. Salido de tu coño, a él quise volver: de hombre a mujer. Sin sol la nieve no funde, los cuerpos buscan calor, se buscan, no siempre se encuentran. Cauteriza la herida. Tiempo de gangrena, carrera en la media, pechos que me alimentaron y dieron la vida. En tu culo, madre, mi tío iza su bandera. En estas aguas, revueltas, no encuentro retorno, perdí el camino, la senda. Tras la madeja de lana, pesado traje mojado. ¿Quién me amortajara, madre? Fui a tu encuentro, encontré terreno yermo y quemado. Sin descendencia madre, ¿quién reinara por mí?  

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