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luismerchan

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  Cuando agoniza, si pisas fuerte el suelo y aprietas los dientes hasta que rechinen, le ayudas a morir. Desde la ventana veo al señor que todas mañanas da de comer a sus vacas. Desde mi ventana veo al señor que todos las tardes recoge las cagadas de las vacas. Desde mi ventana veo al señor que todas las noches vigila a sus vacas, no duerme, ellas duermen por él. Cuando agoniza las vacas, sus vacas guardan silencio, lo veo desde mi ventana, las vacas callan, esperan la comida que no llega. Pisé fuerte, apreté los dientes hasta rechinar, imaginé su sonrisa antes de partir. Desde mi ventana veo a una señora, la esposa de aquel señor, que todas las mañanas da de comer a sus vacas, que todas las tardes recoge sus mierdas. Por las noches no la veo, ella no vigila a las vacas, estas se vigilan solas. Ella duerme en su cama, caliente, con el señor que llevaba años, eso dicen, durmiendo con ella, mientras que el señor vigilaba a sus vacas y ellas dormían por él. Como ellas, las vacas no tiene por quién dormir, no duermen. Desde mi ventana, veo como agonizan las vacas, piso fuerte, aprieto los dientes hasta rechinar y las vacas se van con el señor que todas las mañanas les daba de comer, por las tardes recogía sus cacas y por las noches las vigilaba para que ellas durmiesen por él. Así las cosas la señora cogió su atillo y se fue, se fue. " A tomar por el culo las vacas y este maldito y yermo pueblo" desde mi ventana veo un prado languidecer.

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