Blogia
luismerchan

yo sólo quería

Ahora queda vacío, nada en el fondo nada en la superficie. Vacío y duda, vacío y vómito, ese vómito que huele a cerveza y bilis, queda, por quedar algo, despojos y remiendos, zurcidos de lo que vendrá, siempre viene algo, un impulso que me sumerge de nuevo o atrapa. Queda el dolor, el silencio, retumba: Haz lo que quieras, pero no me muevas.

Toca salir a la calle y deambular, queda la tristeza y un miedo atroz a quedarse en el lugar equivocado, existe ese lugar o nos da miedo desplazarnos, mover pieza y encontrar nuevos lugares. Hay algo de yermo en cada parto, hay ese vacío o esa soledad o esa invención de un nuevo orden, arrasar con el todo que ha significado y acogerse a un nuevo orden. Quedan los lugares remotos, esos que se esconden y arriban de cuando en cuando para recordarnos que ser feliz es un empeño, un espejismo, algo que roza la realidad.

En este persistir, nos ahogamos, repito algunas palabras con excesiva frecuencia, me da pereza buscar en el diccionario de sinonimos.

Ayer fue casi un día perfecto. No hay dolor en esta afirmación, hay, como siempre, algo de lo que disfrutar. A la mierda el sexo y sus inconvenientes.

0 comentarios